Durante el evento “Comercio desleal y su impacto en América Latina”, organizado por la Asociación Latinoamericana del Acero (Alacero) y la Cámara Nacional de la Industria del Hierro y del Acero de México (Canacero), destacados referentes del sector alertaron sobre el crítico estado que atraviesa la industria del acero en la región. El encuentro se llevó a cabo el miércoles 7 de mayo en Monterrey, México, y contó con la participación de autoridades y expertos internacionales.
Anthony De Carvalho, jefe de la unidad de acero de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OECD-OCDE), señaló que la industria del acero en América Latina enfrenta una situación crítica debido a la creciente sobrecapacidad mundial y a las distorsiones de mercado generadas por subsidios de economías como China y otros países del Sudeste Asiático.
Según De Carvalho, “la causa raíz de esta crisis es la distorsión del mercado. En China, los subsidios son 10 veces mayores que en los países miembros de la OCDE, y 5 veces más que en algunos países no miembros”. Además, advirtió que se proyecta que la sobrecapacidad global alcanzará las 721 millones de toneladas en 2027, lo que podría afectar gravemente a industrias pequeñas y medianas en todo el mundo. A pesar de este escenario, continúan los planes para aumentar la capacidad instalada, particularmente en China, India y el sudeste asiático.
Durante su presentación, Luciano Giua, economista y analista político de la OCDE, explicó que el problema no radica únicamente en los subsidios, sino también en su variedad y alcance. En China, señaló, las empresas con balances deficitarios mantienen acceso irrestricto al crédito, además de beneficiarse con subsidios directos como subvenciones estatales, exenciones fiscales y préstamos subsidiados, e indirectos como energía, terrenos o materias primas a precios por debajo del mercado, y regulaciones ambientales menos exigentes.
Otro de los puntos destacados fue el aumento de las exportaciones chinas de acero. Con una demanda interna en descenso, China –que produce el 53% del acero mundial– exportó en 2024 más de 110 millones de toneladas de acero acabado y semiacabado, de las cuales 14,2 millones tuvieron como destino América Latina. Esto representa un incremento del 129% entre 2019 y 2024, alcanzando niveles históricos y generando presión sobre la industria local.
La preocupación también se extiende a las manufacturas producidas con acero chino, que están ingresando en los mercados latinoamericanos a gran escala. Entre 2008 y 2024, las importaciones indirectas desde China de sectores como el automotriz y de electrodomésticos crecieron un 338%, y un 137% tan solo entre 2015 y 2024, superando las 4,9 millones de toneladas.
“Hoy el desafío no se limita a los productos de acero. Las manufacturas elaboradas con acero chino también están impactando toda la cadena de valor, especialmente a las pequeñas y medianas empresas”, enfatizó De Carvalho.
Ezequiel Tavernelli, Director Ejecutivo de Alacero, sostuvo que la región atraviesa un proceso de desindustrialización preocupante. “En los últimos 25 años, América Latina perdió en promedio 4 puntos porcentuales de PBI industrial, y nuestras exportaciones de manufacturas perdieron 5 puntos de participación en las exportaciones totales. Necesitamos actuar con rapidez y de manera coordinada para proteger los 1,4 millones de empleos que dependen de la cadena de valor del acero”.
Por último, De Carvalho concluyó: “Las industrias que operan bajo reglas de mercado están enfrentando una competencia desigual. La crisis actual refleja una amenaza existencial para la industria del acero y requiere acciones urgentes para preservar su viabilidad y sostenibilidad”.